Las empresas con frecuencia necesitan cambiarse a sí mismas, de forma más o menos dramática, si el cambio es ambicioso, a menudo lo llamamos «transformación». Este es un proceso difícil. Las investigaciones muestran que incluso con criterios modestos, solo una cuarta parte de las transformaciones tienen éxito.

El cambio se puede entender como un movimiento a través de un «panorama de posibilidades», donde cada una de esas posibilidades corresponde a un posible estado de una organización. Un mayor desempeño organizacional corresponde a una mayor “altura” en el dominio del ‘paisaje` organizativo. A medida que la economía y las condiciones competitivas cambian, pueden surgir nuevos picos (quizás presentados por nuevas tecnologías o patrones de demanda), o se pueden abrir nuevos caminos (quizás habilitados por nuevas prácticas).

Estrategia ¿Cuál es la mejor para tu negocio?

Veamos que tipología es más adecuada para nuestro negocio para encarar el cambio con posibilidades reales de éxito. Se plantean 5 tipos de estrategia:

Cambio de estrategia 1: “Itinerario planificado”

Quizás la estrategia más familiar es el “itinerario planificado”. Esta se basa en una idea clara del fin y los medios. Impulsados por la visión de un destino, nuestro objetivo es seguir un camino planificado con precisión hacia él.

Este tipo de «itinerario planificado» es atractivo, comprensible y fácilmente comunicable para empleados e inversores. Sin embargo, a menudo nos engañamos a nosotros mismos de que tenemos certeza del camino a seguir. En circunstancias inciertas, el plan en el que confiamos se vuelve perjudicial. Debemos tener cuidado de aplicar este enfoque solo cuando sabemos lo que queremos y los pasos ciertos para obtenerlo.

Las herramientas en esta estrategia son familiares:

• Describir la visión general de manera convincente

• Definir las métricas clave del éxito que siguen a esta visión

• Establecer hitos y crear diagramas de Gantt

• Delegar y definir responsabilidades claras

• Administrar el proceso de manera centralizada con un programa y un plan.

Cambio de estrategia 2: “Cruce del río”.

En otras situaciones, sabemos lo que queremos, pero no cómo llegar allí. En tales casos, la estrategia de cambio apropiada es el «cruce del río». El estado final es claro, pero necesitamos un enfoque exploratorio del camino, dando un paso a la vez y manteniendo un ojo en nuestro destino. Como lo expresó Deng Xiaoping, necesitamos «cruzar el río sintiendo las piedras».

Las herramientas organizativas requeridas en esta estrategia son:

• Pilotos, con un enfoque en el potencial de escalado

• Evaluación sistemática de experimentos

• Reasignación flexible de recursos hacia las ideas más prometedoras

• Cultura que valora la experimentación y el aprendizaje

• Un equipo de estudio de caso para identificar y aprender de otras organizaciones que han realizado viajes similares.

Cambia la estrategia 3: “escalada en colina”

En la estrategia ‘la escalada de montañas’, comenzamos con los medios, no con un objetivo predeterminado. Diseñamos un mecanismo en particular, pero tenemos una mentalidad abierta acerca de cómo esto cambiará la organización, ya sea porque no podemos saberlo o porque es útil dejar este final abierto.

La «escalada en pendientes» no está dirigida por un objetivo general, por lo que implica un conjunto de herramientas y una mentalidad fundamentalmente diferentes. La diferencia más básica es que, en lugar de preguntar: «¿Vamos por buen camino?», Nos preguntamos: «¿Qué efecto está teniendo esto?» En lugar de desarrollar criterios y métricas para determinar si se ha alcanzado el estado objetivo general, observamos qué podemos aprender de cómo está cambiando.

Cambio de estrategia 4: “Exploración y deambular”

Hay otra estrategia para el cambio, por extraño que parezca, que no está organizada alrededor de un estado final claro ni de medios claros. Este cambio no es impulsado por movimientos inmediatos que parecen obviamente buenos, ni por ningún estado objetivo, sino por curiosidad, de un tipo que será útil a largo plazo. Podemos llamarlo «scouting and wandering».

El deambular no está planificado de antemano, pero hay algunas formas de vagar con eficacia. Un patrón efectivo es explorar opciones en su mayoría cercanas, con un salto ocasional a algún territorio lejano, llamado «vuelo de Lévy». Los movimientos locales aseguran que se exploren oportunidades cercanas y accesibles, mientras que los movimientos más radicales aseguran que uno también busque en el territorio más amplio. Los experimentos deben involucrar una mezcla de retoques y movimientos radicales.

Cambio de estrategia 5: “Escapar del pantano”.

El quinto tipo de estrategia de cambio es impulsado por la necesidad de alejarse de donde se encuentra ahora. El único aspecto claro del objetivo es que debe implicar un cambio sustancial y urgente. Podemos llamar a esto «escapar del pantano».

Aquí, las herramientas de organización esenciales se ocupan de la acción rápida y la organización de niveles dramáticos de cambio. Se invertirá mucha gente en el estado actual, pero a menudo no hay suficiente tiempo para convencer a la gente de la necesidad de un movimiento drástico. El cambio debe ser impulsado por un grupo central que ve la urgencia del mismo.

La toma de decisiones en esta estrategia se trata de cambiar entre el riesgo de perder tiempo (hundirse aún más en el pantano), en lugar de realizar un movimiento desastroso (saltar inadvertidamente a algo peor). Sin embargo, bajo la presión del tiempo, a menudo ambos riesgos serán altos y hay un fuerte elemento de suerte en tales situaciones.

Es esencial tener en cuenta que su estrategia de cambio se ve afectada por lo que otros competidores-jugadores están haciendo. Los intentos de optimizar la mejor ruta, cuando otros están haciendo exactamente lo mismo, pueden empeorar las cosas para todos.